En este contexto, la actitud de nuestro país debe ser de gran movilidad. Hoy no existen mercados cautivos, todo está en movimiento.
En ese sentido, hasta hace poco el mercado de la Unión Europea era tentador y ahora está en plena indefinición, ya que el Brexit en Inglaterra y los resultados de las elecciones en Francia y Alemania, pueden cambiar todo el escenario o, por otro lado, un acuerdo del Mercosur con la Unión Europea que parecía muy bueno hace un año ahora está en plena discusión.
Se trata de entender que los negocios internacionales demandan años para que maduren y se consoliden.