Los líderes tienen una potencia de cambio enorme, pero por encima del rol que desarrollan hacia el interior de sus empresas, también son ciudadanos que generan puestos de trabajo y forman parte de la economía de los países.
Los líderes no son empresarios; son ciudadanos empresarios, tienen familias, amigos, y un entorno social y económico que los contiene. También los trabajadores que se desempeñan bajo la órbita de sus empresas.